Desde que vio Le procès (El proceso) de Orson Welles, Carlos Benpar lleva el cine en las venas. Su memoria está asociada a las películas que ha visto y también a las que ha realizado, llenas de referencias ilustres al cine clásico.
De todo ello nos habla El refugio de los apaches, el libro que sobre él ha escrito otro cinéfilo como es Antonio Llorens Sanchis. Esta obra, el volumen 18 de la serie Cineastes de la Filmoteca de Catalunya, es a la vez nuestra primera publicación en formato digital.
Carlos Benpar es uno de los hombres del cine más singulares de nuestra historia reciente, imprescindible para comprender la cinematografía en la extensión más completa del término: como espectáculo y disciplina moral, como elemento químico o digital, en cuanto al soporte o los formatos, en cuanto a su difusión en salas o pantallas de televisión, en cuanto a censuras industriales, políticas, ideológicas o puramente económicas, en cuanto a manipulación —sus denuncias por masacrar el cinemascope y su concreción en los largometrajes Cineastas contra magnates y Cineastas en acción— y en cuanto a fascinación o contacto con actores, actrices, guionistas, directores o compositores.
El volumen El refugio de los apaches es un minucioso repaso de su trayectoria personal, que es, fundamentalmente, la de su afección a películas y proyecciones, y de su filmografía ya consistente, que recorre décadas muy diferentes y también contiene propuestas muy diversas. El libro intenta, sobre todo, destacar esta condición de refugio, un refugio psicológico, ético y social que ha caracterizado la naturaleza del cine para muchas generaciones y para algunas personas.
El autor del volumen, Antonio Llorens Sanchis (Valencia, 1952), es crítico de cine, autor de libros y colaborador de varios festivales de cine desde hace casi cuarenta años. Ha publicado, entre otros, José Giovanni: La aventura de la serie negra y Francesc Betriu: profundas raíces, dedicados a estos cineastas. Director de programación de cineclubs, sesiones de filmoteca y salas comerciales en versión original, también ha realizado cortometrajes en super-8, 16 mm y 35 mm entre 1970 y 2012, así como el largometraje Après le trou (Después de la evasión, 2002).