Colección fílmica

El catálogo de los fondos fílmicos en su totalidad sólo se puede consultar en el Servicio de Acceso a la Colección. Dada su fragilidad, los documentos originales de la colección fílmica tienen un acceso restringido, aunque en la sede del Raval se puede consultar una selección significativa de ellos en formatos domésticos.

Para cualquier otro acceso o uso de los fondos fílmicos, ns tiene que hacer llegar una solicitud por escrito para poder atender sus peticiones. Los fondos están a disposición de los investigadores para facilitar su investigación. Asimismo, los préstamos a centros educativos, festivales y otras instituciones acercan el público a las colecciones fílmicas. Por último, cada vez más profesionales buscan en las imágenes de archivo materiales para realizar nuevas producciones audiovisuales.

El 27 de octubre de 1980, la UNESCO aprobó la "Recomendación sobre la salvaguarda y la conservación de las imágenes en movimiento"(documento en inglés), en el que consideraba que las imágenes en movimiento, el cine, son una expresión de la personalidad cultural de los pueblos y que, dado su valor educativo, cultural, artístico, científico e histórico, forman parte del patrimonio cultural de una nación. Desde entonces, la Unesco ha promovido la conservación de este arte en todo el mundo.

La aprobación de la Recomendación por parte de la Unesco fue un hito importante en el camino hacia la conservación cinematográfica, y es que buena parte del cine producido en el mundo antes de la llegada del cine sonoro se ha perdido. Pero, gracias a la creación de los primeros archivos fílmicos en los años treinta, se pudo salvar buena parte del cine clásico mudo —Murnau, Hitchcock, Gance, Griffith...

A pesar de estos esfuerzos, se calcula que entre un 70 % y un 90 % del cine rodado durante este periodo en todo el mundo se perdió. En 1938, y en el marco de esta lucha contra la destrucción sistemática del cine mudo, cuatro archivos, líderes en la consideración del cine como patrimonio cultural, decidieron unir fuerzas y estrategias y crearon la Federación Internacional de Archivos Fílmicos (FIAF). Estos archivos eran el British Film Institute de Londres, la Deutsche Kinemathek de Berlín, el MoMA de Nueva York y la Cinémathèque Française de París. La Filmoteca de Catalunya ingresó en esta organización en 1992.

En estos últimos años se ha consolidado la percepción de los archivos fílmicos como las instituciones que cuidan del patrimonio fílmico en todo el mundo. Por eso, siguiendo el ejemplo de otras instituciones similares como son los museos, y más concretamente el Consejo internacional de Museos, el ICOM —que marca las pautas de actuación museográfica—, la FIAF en 1999 elaboró un código ético para promover y garantizar las mejores prácticas profesionales en nuestro ámbito de actuación.

La política de la colección fílmica de la Filmoteca de Catalunya sigue las pautas nacionales e internacionales sobre patrimonio cultural en general y fílmico en concreto, y a la vez respeta el código ético de la FIAF, la Federación Internacional de Archivos Fílmicos, de la que la Filmoteca es miembro desde 1992, y las recomendaciones de la Unión Europea como miembro de la ACE, la Asociación de Cinematecas Europeas.

Puede consultar la política de la colección fílmica aquí.