05/02/2012
Las películas son fruto de una labor de equipo, de un grupo de profesionales que hacen posible que el espectador pueda sentarse en la oscuridad de la sala de cine y disfrutar de historias más o menos verosímiles, pero, casi siempre, de ficción.
Muchos de los elementos que forman las películas son convenciones que se aceptan, pese a la evidencia de su falsedad; uno de ellos, quizá el más falso y al mismo tiempo uno de los más influyentes, es la música. Este libro —el segundo de esta colección dedicado a los compositores catalanes— recoge la historia y la obra de los que empezaron a aparecer en los créditos de los filmes entre 1960 y 1989: por un lado, los autores que podríamos llamar “intergeneracionales” (Josep Solà, Xavier Montsalvatge, Enrique Escobar y Joan Pineda) y que quizás podrían haber formado parte del volumen anterior; por otro, toda una serie de músicos que nutrieron el rock layetano y el underground en la Cataluña de los setenta (Joan Albert Amargós, Santi Arisa, Manel Camp y Josep Mas Kitflus) y, como colofón, Joan Vives y el resurgimiento del sinfonismo. De todos ellos se habla en profundidad, pero de muchos otros (Llach, Mestres Quadreny, Bardagí, Muntaner, Sisa, Valls, etc.) que también formaron parte de este universo audiovisual se ofrece una breve pincelada biográfica, y de todos, las filmografías completas.